Lo real y lo fantástico se unió en mi gracias a la ilustración

  Según mis cálculos fui fabricado a mediados del siglo pasado en Cartagena, pero finalmente nací en Santiago a fines de agosto.

  Estudié arquitectura en la Chile por un tiempo, hice fotografía y trate de ser artista. La primera publicación de ilustraciones fue una historieta de piratas en la revista “ El Mampato” que dirigía en esa época Isabel Allende, lo que iba a ser “Asterix chileno” duró un número.

   Fui con mis monos a recorrer editoriales, la “Andrés Bello” me hizo un encargo y después de unos días que me parecieron interminables salió publicado con mis ilustraciones el Fausto de Goethe, pensé… de aquí a la fama. Con el tiempo entendí que esto último es imposible como ilustrador, es una pega bastante anónima.

   Mas adelante llegué a la mítica revista “Expedición a Chile” con algunas fotografías y acuarelas de la Antártica y finalmente me integraron al taller de dibujo donde aprendí la ilustración científica. Ahí conocí a grandes científicos llegando a participar en proyectos e investigaciones de muchos de ellos hasta el día de hoy.

   Seguí en paralelo ilustrando literatura principalmente infantil y juvenil con varias Editoriales, teniendo hasta ahora creo que varios cientos de publicaciones.

   Cuando el Nico y la Claudi hicieron sus vidas y de paso seis nietos, mi esposa Mirtho tomo la sabia decisión de venirnos a vivir a Las Cruces, donde echamos raíces finalmente en una casa hecha con las propias manos.